miércoles, 8 de mayo de 2019

EL DETERIODO

Resultado de imagen de las tres edades de la mujer


Deteriorarse es misión obligada cuando avanzamos por el camino de la vida. Forma parte de ese pacto universal de renovar un universo, una galaxia, una estrella, un planeta, el curso de un río y los átomos de cada una de nuestras células. Así, cuando el espejo nos va reflejando el paso de los años y nuestro cerebro el peso de los recuerdos, se va acomodando la idea dentro de nosotros de haber servido y de acercarnos al final con el trabajo bien hecho. Pero esa sensación no es del todo clara, pues aunque la mayoría de nosotros hayamos venido para dejar parte de nuestros genes en otros y haberles dedicado nuestro trabajo, nuestro amor mas profundo y haber intentado hacer las cosas lo mejor posible, en muchos, nos queda ese poso...ese regusto a querer otras dos o tres vidas mas, para remediar, terminar, abrazar, perdonar y vivir sabiendo.
Y es que cuando se conoce como funciona todo esto. Como el olor de un día de primavera, el sabor de una tarta de queso, cuanto se puede llegar a amar una piel, la calidez de una reunión de amigos a la luz de una buena música...ten dan ganas de hacerte una limpieza de colon, exclavizarte al ginssen, aparcar el coche y el ascensor, coleccionar vitaminas, olvidarte del jamón con tocino...y del pan, adorar a los bios, a los bifidus, a los hialurónicos, colágenos y una larga lista de frenadores de ese deterioro que nos dará algunos años mas pero con un agetreo que se nos van a hacer mucho mas cortos.
La ciencia siempre tiene un toque de inmortalidad. Se esta especializando en la cibernética, en la creación de órganos, en el retraso de la muerte intentando que seamos, menos imbéciles de mayores y mas longevos. Yo voy para allá. Cuando llegue no se si voy a querer parecer mas joven...o padecer mi vejez. Por ahora, por mi ventana sigue oliendo a primera, esta tarde me pondré a hacer mi tarta especial de queso. El viernes cenaré con unos amigos. Y aunque ya no la tenga a mi lado, sigo amando la misma piel de siempre...así que, casi que voy a dejarme para mas adelante lo de la limpieza de colon.

sábado, 30 de junio de 2018

EL MISMO AIRE





Me da vergüenza sentirme segura, ducharme a diario, comer eligiendo. Tener un trabajo y sufrir por perderlo. Dormir en mi cama. Mirar las montañas desde una ventana y hablar del tiempo. Me siento culpable de tener armario. De sentarme tranquila después de una dura jornada. De cuidar de mis muertos. De tener a mis vivos al servicio del alma y de cientos de abrazos. A mirar desde fuera. A escuchar desde dentro. A contar con un cierto futuro amparado simplemente a la espera de algo.
Porque tengo mil suertes...y ellos... tienen la huida. La desgracia del odio. La locura de la intransigencia. El pasar con lo justo por los bordes del desprecio y de la mirada esquiva. Porque no somos agua que se mezcla en un estanque, sino mar de corrientes que araña las orillas...pero no lo entendermos.
Pues el día que no huyamos del asco y del llanto del otro. El día que demos la mano llena, no solo de intenciones, sino de acciones colectivas. El día que comprendamos que somos una tela preciosa donde cada hilo, es la sangre de la vida...entenderemos lo absurdo de la idea que se impone, de la frontera protegida, de la bandera equivocada y la oración del miedo.
Todos somos herederos de lo mismo. Del mismo aire, del mismo techo estrellado. Hijos de un mismo destino que no compartimos y que obliga a los otros al destierro y al dolor. Por eso me da vergüenza sentirme segura. Hablar del tiempo... mientras otros hijos de mi tierra y de dioses confundidos, duermen sobre un suelo de silencios.

domingo, 14 de enero de 2018

NUESTRAS FECHAS


Era un domingo igual, como hoy, nevado y hermoso. La musica de Simón y Garfurnkel invadía aquel pisito vacio de los padres de Pedro Agudo y que servía de centro de reuniones para esa panda de quinciañeros que hacíamos sexto de bachiller en el Kostka. Yo esperaba impaciente mientras miraba aquella puerta esperando que se abriera y aparecieras, pues ya me habían dicho que estabas por mí. Llevaba un vestido cortito y mi pelo casi coincidía con en final de su falda. El corazón me latía deprisa, quizás por la novedad de lo que sentía o quizás por el exceso de canela que llevaba aquel brebaje del cubo y entonces, entraste...con tus esquis encima del hombro, tus cletas mojadas y ese color moreno de sierra que siempre te caracterizaba. Me miraste como se mira una porcelana metida en una urna y sentí que serias mi compañero para siempre. Luego bailamos. Olías a húmedo y a jara y empecé a enroscar mis dedos en los caracolillos del pelo de tu nuca. Me besaste en el cuello y de la mano me llevaste a la cocina. Me pediste salir, que era lo que se hacía en aquellos 73 y seguimos agarrados de la mano hasta que me acompañaste al portal de mi casa. Te di un beso en la mejilla y sin que tu me vieras me asome viéndote saltar calle abajo con tus cletas, tus esquis, tu color tostado y tu olor a húmedo y a jara.
Hace mucho tiempo, tanto, que aquello se me muestra como una película que vivieron otros sino fuera, porque te llevo tan dentro de mi que el tiempo es un juguete de cuerda que suena entre mi corazón y el lugar donde se hospedan los buenos recuerdos.
Imagino decirte todo esto mientras me hundo en tus preciosos ojos negros, te como la boca y descanso mi respiración ante un bonito paisaje. Pero solo puedo imaginarlo, pues carezco de certeza, de fe y de esperanza. Ahora, que mas te necesito. Ahora que me acompaña el deterioro, la soledad y el vacío. Ahora que solo espero apenas lo básico.
Solo le pido al destino que no me quite la memoria. Que me absuelva hasta el ultimo suspiro, de la condena senil del olvido.  Para poder seguir recordando lo mucho que nos amamos. Para poder seguir imaginando, mientras se suceden año tras año, nuestras fechas.


miércoles, 8 de marzo de 2017

LA PONZOÑA






Hay quien no sabe ser feliz. Hay quien no se disciplina y se fuerza a ver lo bueno de la vida y solo mira desde el cristal de la critica, creyéndose que solo su forma de pensar, es la que tiene que ser, la mas apta y valorada. Son personas pobres de optimismo, parcos de sonrisas, mermados de algarabía que no saben jugar con las estrellas, ni guiñarle el ojo a la pena. En todo grupo encuentras alguien con ese pelaje. Es como si el destino los soltara para recordarnos lo hermoso que es un cuento y lo sano que es que te lo creas. Lo tierno que es el perdón, la tolerancia, la comprensión y la empatía. Están entre nosotros para que podamos valorar lo que ellos no tienen y, para que en nosotros, se frague la semilla de la compasión y aún y eso, logremos enterderlos.
Al principio los apartas de tu vida. Les das una tregua y caminas por senderos carentes de sus pasos, buscando como todos, la paz de quien te quiere. Es mas fácil vivir...cuando es mas fácil. Pero una es de cuello flexible y tiende a mirar para atrás, aunque a veces se convierta en estatua de sal. Así que siempre acabo olvidando la mueca, aparcando el comentario, y haciendo oídos sordos de un vómito que solo lleva soledad y desesperanza. No puedo remediarlo...siempre he sido positiva, aunque a veces intente llevarme hacia su ocaso, la pobre y triste Ponzoña.

martes, 20 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD






Que el sonido de las campanas te llene el corazón. Que la dicha te inunde. Que la brisa nevada te limpie las penas y el suspiro querido te lleve a la dicha. Que rompas las cadenas y te unas a los brazos. Que llores de alegría. Que rías de ternura. Que te sigas asombrando ante el vuelo de un alma. Que en la salud te pegues a la almohada y en la enfermedad a un rayo de sol. Que tengas fe. Que juegues con la razón. Que comprendas. Que sientas...sin tener que sentirlo. Que gastes el tiempo, la alegría, el dinero, el perdón, los sueños y las noches de besos. Que no te pueda el miedo, ni la eterna mentira. 

Con todo mi cariño para aquellos que lean este blog...que...tengan esperanza.

sábado, 23 de julio de 2016

EL GEN UNICO


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Somos ciudadanos de un mundo comunicado. Ya no nos guarecemos dentro de nuestra única cultura ni de nuestros únicos pensamientos, pues aquellos que lo siguen haciendo, retrasan su crecimiento como pueblo y como individuos.
Ahora todos somos un mundo en crisis eticas, económicas y medio ambientales unidos por un hipotético salvavidas que ya veremos si tiene el diámetro suficiente. Estamos acostumbrados a oir otros idiomas, comer otros alimentos y escuchar fusiones de otras músicas de sonidos diferentes.
Todo esta mezclado. Relacionado. Importado. Surgiendo de ello una sensación para unos fructifera y para otros cansada. ¿Olvidamos quizás que somos una única especie a los ojos de un universo demasiado grande para fijarse en nosostros, o por el contrario nos hace diferenciar aún mas nuestras razas y colores?.
Creo que la magia está en saber filtrar la esencia hacia lo auténtico. Hacernos oir desde el corazón y no desde el exceso de la norma. Tolerar desde el respeto. Adaptarnos al lugar que nos brinda su sítio sin imponer nuestros conceptos. En definitiva, vivir en la misma armonia que en un mismo estanque viven las carpas, los patos y los insectos.
Es complicado. Siempre lo ha sido. Pero si estamos aquí para aprender, una de las primeras lecciones sería saberlo hacer al lado de otros. No de los nuestros, a los que ya conocemos, sino al lado de aquellos que nos asombran por sus modos de vida. Si fuera fácil no valdría la pena.
La adapción al medio es una de las pruebas de instinto o inteligencia mas importantes que tiene cualquier animal. Y nosotros, que hemos superado al numero pi, seguimos gruñiendo a unos, imponiendo a otros y no sabiendo hacer cocteles con el alma. Quizá usamos demasiado el determinismo y agotamos el azar sin acabar de llegar a ese punto justo llamado armonia. Pero hay cosas mucho mas importantes que arreglar en este mundo como para perder el tiempo en uno mismo, cuando el todo... es lo que importa.

miércoles, 22 de junio de 2016

CERRANDO CICLOS

Muchas veces confundimos la pena con otros sentimientos y otras tantas, muchos sentimientos nos conducen a la pena. Es un ciclo difícil de romper en el que a veces nos rendimos a ser todo lo felices que queramos ser y que podamos intentarlo. Porque esto de la capacidad de adaptación, valoración, asimilación y empeño en seguir hacia adelante, dejando lo triste acontecido y lo que nos rompió el alma, no siempre es un acto genérico y compartido. Cada cual descubre la vida tal y como alguien que, también la interpretó a su manera, se la enseña o por el contrario, nunca se preocupó de hacerlo.

Somos esa mezcla entre lo que corre por nuestra sangre y lo que ha andado durante nuestra vida haciéndonos aprender. Nuestros padres, nuestros profesores, nuestros amigos, nuestras parejas, nuestros hijos y nuestros amigos y conocidos. Todos influimos y nos influyen a ser como somos, como nos gustaría ser y como creemos que hemos llegado a ser.

Y toda esta introducción viene a que muchas veces creemos que sentimos un dolor, y es una soledad o sentimos un vacío que es una pena arrastrada que todavía no hemos sido capaces de conocer.  A que en ocasiones creemos tener una ilusión y no es mas que una necesidad de tenerla, equivocando la evidencia con la ensoñación y la realidad, con el mas idealista de los deseos. A que seguimos anclados al pasado pensando, que si no nuestra vida es mas corta, cuando lo que acortamos son los días sin vivir el presente.

En fin. Que hoy no entro en la camisa. Que lloro por cualquier cosa. Que me acurruco en fotos de hace muchos años. Que me aterra contar hacia adelante. Que me acuerdo aún mas, de todo lo que fui entre sus brazos. Que me aburre la vida y me alivia el sueño. Que hoy sin duda, he vuelto a equivocar dolor por soledad y que me niego a aceptar que estaría mejor acompañada. Con una nueva ilusión. Con otros besos.